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8 DE MARZO 2022: Derechos para todas, todos los días

Por la Dr. Mar Rodríguez Gimena
Médica especialista en medicina familiar y comunitaria. Médica homeópata

Las mujeres y la salud. Tenemos un plan.

Leo el manifiesto de la Comisión 8M de este año 2022 y confirmo mis previsiones: a las mujeres nos importa la salud y mucho. Y tenemos un plan.

“Las feministas tenemos un plan: vamos a cambiar el sistema. El feminismo tiene las herramientas y el espíritu combativo para acabar con todas las violencias generadas por la desigualdad.”

“Exigimos una sanidad pública, universal, gratuita y de calidad, que remunere y valore adecuadamente a quienes trabajan en ella, ocupen el puesto que ocupen… queremos salud, entendida como bienestar físico, mental y social, no solo como ausencia de afecciones y enfermedades”. [1]

Y las mujeres sabemos que la salud es la felicidad de poder desarrollarnos plenamente, sin violencias. Sin violencias también en el sistema sociosanitario que nos atiende.

La Dra. Carme Valls en su libro “Mujeres invisibles para la Medicina” dedica un capítulo a la invisibilidad de las mujeres para la ciencia. En un artículo recientemente publicado, la Dra. Valls nos recuerda:

“El hecho de que en medicina no se haya analizado la diferencia de la salud de las mujeres, ni en lo que somos iguales a los hombres ni en lo que somos diferentes, eso para mí también es una violencia.”[2]

La OMS en su comunicado de junio de 2021[3] anunció compromisos “para impulsar el cambio hacia la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas (…) Estos compromisos conforman un plan progresivo y transformador para avanzar en materia de igualdad de género, equidad sanitaria, derechos humanos y empoderamiento de las mujeres y las niñas en todo el mundo.”

Pero este “plan” que se anuncia ¿incluye otras terapéuticas respetuosas con nuestro cuerpo, con escasos efectos secundarios y que se pueda usar en determinadas etapas de nuestras vidas (embarazo, parto, lactancia, climaterio y menopausia)?

Las mujeres se llevan haciendo cargo desde tiempos inmemoriales del bienestar y la salud de los y las demás. En muchas ocasiones cuidando muy poco de la propia. Las mujeres han elegido desde hace años tratar sus enfermedades con homeopatía.

Pensando en este día y en este artículo, hoy me vienen a la memoria dos historias que me apresuro a susurraros lentamente, para que las degustéis como yo lo hice en su día. Son pequeñas y tratan sobre cómo las mujeres han cuidado de la salud de sus familias y de sus animales con medicina homeopática. 

Patricia y su abuela: aparece la joya al recoger el sobrado

El día que mi amiga Patricia me dio emocionada un ejemplar del libro de 1867 Medicina Homeopática doméstica o guía de las familias del Dr. Hering, traducido al castellano por D. Ángel Álvarez de Araujo y Cuéllar no me podía creer que su abuela hubiera conservado ese maravilloso libro. No solo lo había conservado, me dijo Patricia, mi abuela usaba las enseñanzas de ese libro para ayudar en el tratamiento de los problemas de salud más comunes que padecía su familia.

Esa mujer había leído ese libro y había aprendido a usar los remedios homeopáticos para las patologías más frecuentes y los aplicaba con su familia en un pequeño pueblo de Navarra a principios del siglo XX.

¿Cuántas mujeres más, de campo o de ciudad, habrán seguido los consejos de libros similares? Nunca lo sabremos, pero estoy segura de que muchas.

Cristina y sus cabras: o cómo aprendí a usar homeopatía en animales.

Las mujeres han cuidado también de la salud de los animales desde hace años, siglos me atrevería a decir. Desde joven conservo una foto que recortó mi pareja de algún periódico, en la que una mujer indígena guajá, mientras sostiene a su hija en brazos, amamanta a una cría de jabalí. Seguramente la madre jabalí fue cazada y esta mujer conmovida, alimenta con lo que puede ofrecer: su propia leche. ¿Cuántas enseñanzas de las mujeres de los pueblos originarios se habrán perdido a lo largo de la historia?

Y mi mente se va a Cristina, una pastora de cabras de la zona de la Sierra que me enseñó hace años los usos más frecuentes de los medicamentos homeopáticos para las enfermedades del ganado ovino y caprino.  El uso frecuente de aletris farinosa en diferentes rebaños en ecológico en el sur de Francia para la expulsión de la placenta retenida tras el parto lo aprendí de ella. Conservo como oro en paño la fotocopia de los apuntes que cogió a mano en un curso impartido por una veterinaria homeópata francesa. Cuántas conversaciones hemos tenido Cristina y yo, ambas preocupadas por algún problema de salud de alguna oveja o alguna cabra, algunas cerca de la madrugada, buscando con el repertorio qué medicamento homeopático podía aliviar o curar al animal.

Para finalizar, en este día me hago eco de “este plan” de transformación social que se nos propone desde la Comisión 8M. Y os propongo un plan propio: proponer la incorporación de la homeopatía en los sistemas públicos de salud.

Sabemos desde hace años que esta terapéutica es muy beneficiosa para tratar a toda la población en general y a las mujeres en particular. Este 8 de marzo quiero exigir que haya una formación de calidad en las universidades públicas ofrecida a los y las médicas que quieran ejercer la homeopatía. Deseo poder tratar con medicamentos homeopáticos en el sistema público de salud a la población que atiendo. Las mujeres somos grandes usuarias de la homeopatía según publicó un estudio en 2019. “El perfil tipo del usuario de la homeopatía en España es una mujer, de clase media/alta, con estudios superiores universitarios y con una ideología política progresista.”[4].

Y las homeópatas aparte de “planes” tenemos un deseo, una exigencia: que se deje de ejercer violencia institucional sobre nosotras y nuestros compañeros médicos homeópatas y que se deje de ejercer violencia verbal en los medios de comunicación y en las redes sociales.  Y que el 2022 sea el año en el que la homeopatía sea dada a conocer con el rigor científico que se merece. Y que sumemos, porque la homeopatía suma y porque las mujeres somos expertas en conjugar el verbo sumar muchas veces a lo largo de nuestras vidas.


Bibliografía

  1. https://hacialahuelgafeminista.org/manifiesto-8m-madrid-2022/
  2. https://www.elsaltodiario.com/violencia-machista/carme-valls-25-N-medicina-ejerce-violencia-contra-mujeres
  3. https://www.who.int/es/news/item/05-07-2021-who-pledges-extensive-commitments-towards-women-s-empowerment-and-health
  4. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0212656718303470 -N-medicina-ejerce-violencia-contra-mujeres

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