¿Qué hemos encontrado en la homeopatía los médicos que también la prescribimos?

¿Qué es, a pesar de todos los pesares y con todo lo que está cayendo, lo que nos hace seguir manteniendo que esta terapéutica vale mucho la pena?

Pues nada mejor que un ejemplo.

La web “No gracias” es, en mi opinión, una de las mejores existentes en salud. Por su profundidad, seriedad y honestidad.

Incluso cuando ha escrito contra la homeopatía lo ha hecho de forma inteligente, aunque alguna vez sin venir a cuento como ha reconocido su presidente posteriormente.

Uno de sus temas recurrentes es la gran cantidad de fármacos innecesarios que consumimos. Es lo que se conoce como hipermedicalización social. Y para corregirlo se invoca la desprescripción o sea la reducción de medicamentos, la simplificación siempre que sea posible (que, generalmente, lo es).

Ya sabemos que algunos estudios cifran que los efectos secundarios de nuestros medicamentos convencionales son la tercera causa de muerte en USA y que las muertes en la UE se acercan a los 200 mil anuales. Si no fuera porque ya lo he escrito en otros textos tendría que volver a pararme otra vez después de leerlo. Y con mi probada ingenuidad preguntaría ¿y nadie hace nada? ¿y qué dicen los pseudoescépticos al respecto? Sí, esos químicos, físicos e informáticos que un día sí y otro también peroran contra la homeopatía y tanto parecen preocuparse de la salud de sus semejantes? ¿No deberían las redes estar inundadas de mensajes admonitorios avisando a la población de este riesgo? ¿No deberían las autoridades sanitarias extremar los avisos?

La respuesta de “No gracias” en este asunto, con la valentía que caracteriza a sus autores, es denunciarlo una y otra vez de diferentes maneras.

Sin embargo, esas críticas y lamentos se producen como si todo se debiera a una tergiversación de la medicina, como si la industria malvada, los gestores ignorantes o corruptos, etc. hubiesen prostituido dicha esencia médica. Lo que entendemos por medicina convencional es originalmente bueno (vendrían a decir) pero ha sido desnaturalizada torticeramente por los actores (gestores, industria, etc.) que la intervienen en ella.

La MBE secuestrada

En este sentido, son clásicos y clarificadores los artículos de uno de los científicos más reputados de la MBE, John Ioannidis, a los que “No gracias” se ha referido en repetidas ocasiones y que habla de ese “secuestro” de la MBE

“La industria farmacéutica patrocina los ensayos clínicos más influyentes. Y lo hace muy bien, obteniendo los mejores resultados en las listas de comprobación que miden la “calidad metodológica”, y publicando sus trabajos más rápidamente que los ensayos independientes. Es solo que con frecuencia preguntan las cuestiones equivocadas, utilizan las peores variables subrogadas, hacen los análisis más erróneos, usan los criterios de efectividad menos adecuados y realizan las inferencias más inexactas. Pero ¿a quién le importan estos pequeños detalles?”

Seguramente todo estamos de acuerdo (salvo unos cuantos pseudos) que la ciencia no es aséptica como algunos ingenuos (o interesados) nos quieren hacer creer y muchos de estos actores han contribuido y contribuyen a esta mala praxis de la que hablamos y que “No gracias” se encarga también de denunciar.

Pero en mi opinión este es un análisis un poco superficial de la cuestión. Yo creo más bien que es la propia concepción médica original predominante en medicina la que lleva en sí misma el germen de la hipermedicalización, de la deshumanización, de la rentabilidad económica por encima de todo…

Por favor, lean lo que decía Platón hace dos mil años en “Cármides”:

“…Hipócrates, el asclepiades, dice que la naturaleza incluso del cuerpo solo puede entenderse como un todo. No debe tratarse el cuerpo sin el alma y ese es el motivo de que los médicos helenos ignoren como curar muchas dolencias… el gran error de nuestro tiempo al tratar el cuerpo humano es que los médicos separan el alma del cuerpo…”

Sustituyamos la palabra alma, por si hay algún espíritu sensible que le rechina esta palabra en el ámbito “científico” y verán que actualmente estamos en la misma situación. O peor, creo yo, después de la inestimable ayuda de Descartes y de su “error”, según Damasio, al separar la mente y el cuerpo.

El reduccionismo

Claro, si pensamos que el universo, el organismo humano, es como una máquina ¿qué podemos esperar? Si hemos separado la mente (los sentimientos) del cuerpo y lo hemos compartimentado en piezas estancas, ¿qué queremos después? ¿por qué no habríamos de prescribir para cada una de las partes inconexas de ese organismo? ¿y por qué no habríamos de hacerlo sin demasiada “prudencia”?

Es este modelo reduccionista en el que participamos consciente o inconscientemente como médicos convencionales donde se origina la medicalización. Un modelo, por cierto, que tiene también claras implicaciones políticas y sociales que exceden a este post y que tienen que ver con el dominio, sometimiento y explotación ilimitada de la naturaleza que, a su vez, tiene consecuencias determinantes con el acceso a la salud de las personas y el desencadenamiento de las enfermedades. Porque la pobreza es uno de los principales factores de enfermedad.

Visto así es como un bucle. Un bucle, sí, que nos han colado de matute con la “aséptica” idea de ciencia.

Los paradigmas

Así que no se trata tanto de cambiar las hipotéticas desviaciones del modelo sino el modelo mismo. Un cambio hacia un modelo cooperativo en vez de competitivo, un modelo respetuoso con nuestro organismo y con la naturaleza de la que dependemos.

De lo que estamos hablando entonces es de un cambio de paradigma. Lo que decía Khun de las revoluciones científicas. Ese nuevo paradigma que está surgiendo con fuerza en biología, física, química… Un nuevo modelo en el que todo está interconectado. Y en el que los planteamientos de la homeopatía tienen mejor encaje.

Lean si no la “modernidad” de lo que escribía Hahnemann hace 200 años

“…la vida humana no es de forma alguna regulada por las leyes que son puramente físicas, las cuales solo rigen entre las sustancias inorgánicas. Las sustancia materiales que componen el organismo humano no siguen ya, en su combinación vital, las leyes a las que están sujetas las sustancias materiales en su condición inanimada sino que son reguladas por leyes peculiares a la vitalidad tan sólo……”

Y en ese cambio de paradigma están nombre punteros en cada una de esas disciplinas. Autores que inciden que esa explicación burdamente mecanicista no es suficiente ya para explicar el universo y los fenómenos que nos rodean. Y ahí están Prigogine, Bertalanffy, Maturana, Varela, Margulis, Wiener, Lovelock, Godel, Von Foerster,  Bohm… sólo por citar algunos que conozco un poquito, pero hay muchos más…

¿Se han preguntado alguna vez por qué precisamente las reacciones contra la homeopatía son tan virulentas, mucho mas que con cualquier otra TMNC? Pues una de las razones, como digo siempre, es que a la gente no le gusta que le toquen los… paradigmas. Y la homeopatía los toca. Pero no el de Avogadro sino otros mucho más esenciales y profundos.

¿Seguiremos pues obviando y apartando de lo “científico” (porque no sabemos qué hacer con ello) lo más propio e intrínseco que tenemos como son los sentimientos, las vivencias, la subjetividad? ¿Lo seguiremos obviando y apartando, no ya como humanos, sino como seres biológicos, tal como decía Margulis, simplemente porque esos ítems no se pueden medir o pesar? ¿o porque no suelen entrar en los rimbombantes metaanálisis de nuestra MBE secuestrada?

Educación y medicina

Hoy día se habla mucho de la medicina centrada en el paciente, la prevención cuaternaria, etc. pero ¿qué queremos decir exactamente con eso? Y sobre todo ¿de qué herramientas teóricas partimos? ¿de unas que deslindan y compartimentan al ser humano? Pues eso se compadece poco con una visión integral de la persona que es o debería ser principio fundamental de todo modelo médico.

¿Qué pasaría si empezásemos a pensar que los gérmenes (o cualquiera otra afección) son necesarios pero que el estado (total) del huésped es aún más determinante? Nada que no dijera Pasteur al final de su vida… Y que ese “estado” no sólo es una cuestión física. Y que salud y enfermedad son solo dos cras de una misma moneda.

¿Qué pasaría si empezásemos a hacer una adecuada educación sanitaria en la población más allá de que haga ejercicio y no coma grasas (o lo que toque según la época “científica” en la que estemos)?.

¿Qué pasaría si el paciente entendiese de verdad que su estado de “defensas” (sea lo que sea lo que ello quiera decir) y de “inmunidad” ( sea lo que sea lo que ello quiera decir) tiene mucho que ver con su cuidado físico pero también el psíquico y hasta el espiritual?. Con todo su ser, su humanidad, vaya. ¿Cómo hacerle entender, de verdad, que no es un sujeto pasivo en la enfermedad sino activo (lo sepa o no) y que cada vez más debe (y puede) ser protagonista de su salud? Y que todo está relacionado dentro suyo…

¿Qué pasaría si además dotásemos al médico de unas verdaderas habilidades comunicativas basadas en la escucha y la comprensión y no unas que dan más risa que otra cosa?

¿O seguiremos diciendo que el no va más de la educación sanitaria es que la gente se lave las manos o que estornuden en el antebrazo y se vacunen para no contagiar la gripe?

Si de verdad queremos desprescribir, si queremos avanzar en un modelo donde de verdad la persona (que no “el paciente”) ocupe un lugar preeminente, lo primero es cambiar nuestra teoría.

No es que la medicina, toda ella y no solo la MBE, esté secuestrada. Es que se secuestra a sí misma cada vez que excluye de su objeto de estudio aquello que es lo más esencial y nuclear del ser humano: su unidad, su individualidad y su complejidad.

La homeopatía contempla todos esos aspectos, pero sobre todo tiene un método que los concreta y permite que el médico los pueda desarrollar en su práctica cotidiana. Entonces será más fácil desprescribir y las personas (que no pacientes) pueden ser más conscientes del papel determinante que tienen en el proceso de la salud y la enfermedad.

Por tanto, es el modelo mismo el que debe cambiarse y no solo la industria o el sistema.

Solo por eso vale la pena acercarse a la concepción homeopática del ser humano que es un verdadero método biopsicosocial de personas, que no de pacientes, desde más de 200 años aunque sus raíces nacen con la misma medicina

Y a partir de ahí podemos discutir de placebo, altas diluciones y evidencias “científicas”.

Lo que sea.

21 Comments

  1. Avatar Ernesto Zulagamendi el 14 noviembre, 2017 a las 9:30 am

    La Tierra es plana, pero los geólogos y geógrafos se oponen a ello porque atenta contra sus paradigmas. Lo mismo ocurre con la homeopatía, a mayoría de científicos se oponen a ella porque atenta contra sus paradigmas, como muy bien defiende este artículo. Brindemos por una Tierra plana llena de gente saludable gracias a la homeopatía.

    • Avatar Gonzalo Fernández el 27 noviembre, 2017 a las 4:47 pm

      Hola Ernesto,
      no estoy seguro de entender tu comentario, pero los paradigmas a los que me refiero en este post son perfectamente defendibles por una mayoría de científicos de otras disciplinas que simplemente saben que una explicación mecanicista, hoy día, es claramente insuficiente para explicar los fenómenos vivos. Y los nombres que pongo desde Margulis a Von Foerster son extraordinariamente reputados en la comunidad científica. Estoy hablando de las bases teóricas de un modelo holístico contraponiéndolo al predominante y su relación con la desprescripción médica.
      Hasta ahí. Las controversias a las que intuyo te refieres no son objetivo de este post pero tampoco las rehuimos y tienes otras entradas en el blog en que las abordamos.
      A propósito de lo de la tierra plana y la homeopatía te sugiero, abusando de tu generosidad, la lectura de mi post http://www.homeopatiasuma.com/hablando-de-homeopatia/?s=planilandia
      En todo caso gracias por tu comentario y brindo también contigo por una tierra llena de gente saludable.
      un saludo

  2. Avatar Guillermo Basauri el 14 noviembre, 2017 a las 10:01 am

    Un post comprometido y valiente. Me ha encantado y lo suscribo totalmente.
    Un abrazo muy fuerte querido Gonzalo.

    • Avatar Gonzalo Fernández el 19 noviembre, 2017 a las 9:30 am

      Muchas gracias Guillermo…
      Si a ti te gusta quiere decir que el post va por el buen camino ?
      un fuerte abrazo!

  3. Avatar Gualberto Diaz el 14 noviembre, 2017 a las 12:39 pm

    Que artículo tan bueno, Gonzalo.
    Me encanta cómo has sido capaz de dar una vuelta más de tuerca a una buena idea como es prescribir de forma más equilibrada y racional (lo cual suele implicar “desprescribir”), para ir a algo mucho más determinante que es el cambio de modelo.

    Este sábado en un curso, hacía de nuevo esa pregunta de “¿cuál es la causa de la faringitis virica?”; unos decían que el virus, otros que el enfriamiento, otros que la bajada de defensas… no lo serán todas? Y no estarán todas supeditadas a “ser vulnerable” o “estar predispuesto”? Y eso no consiste solo en tener “las defensas bajas”, porque no va solo de defenderse: va de la salud, resistencia y capacidad de reacción de cada célula (no solo las de defensa) ante el virus y el cambio de temperatura, va del buen equilibrio entre los diferentes microorganismos que componen la flora de la garganta, va de la actitud que le permite a uno sobreponerse más rápidamente… va “del todo”.

    Pues eso, gracias por recordarnos cuál es nuestro centro: la totalidad de la persona.

    • Avatar Gonzalo Fernández el 22 noviembre, 2017 a las 5:32 pm

      Querido Gualberto,
      últimamente veía varios artículos sobre el tema, originales y valientes, denunciando todo lo de la industria, los estudios, etc. pero, en mi opinión, todo eso, siendo cierto, se queda en la superficie. Lo que hay debajo es un determinado modelo, el predominante, que lleva en sí mismo esa falla. Así que es sobre todo el modelo lo que hay que cambiar (además de su tergiversación).
      Pero me da a mi que los “denunciantes” se van a quedar en esa superficie y quizá una de las causas, y lo digo con tristeza, sea que no quieran “contaminarse” con la palabra homeopatía (aunque yo solo esté hablando de modelos).
      Valientes sí pero hasta un punto.
      Por lo demás creo que lo más anticientífico es no considerar “el todo”. Que los estudios científicos no lo puedan hacer o lo hagan de forma muy precaria solo nos habla de sus limitaciones.
      Un fuerte abrazo, amigo.

    • Avatar Gonzalo el 27 noviembre, 2017 a las 4:41 pm

      Querido Gualberto,

      últimamente veía varios artículos sobre el tema, originales y valientes, denunciando todo lo de la industria, los estudios, etc. pero, en mi opinión, todo eso, siendo cierto, se queda en la superficie. Lo que hay debajo es un determinado modelo, el predominante, que lleva en sí mismo esa falla. Así que es sobre todo el modelo lo que hay que cambiar (además de su tergiversación).

      Pero me da a mi que los “denunciantes” se van a quedar en esa superficie y quizá una de las causas, y lo digo con tristeza, sea que no quieran “contaminarse” con la palabra homeopatía (aunque yo solo esté hablando de modelos).

      Valientes sí pero hasta un punto.

      Por lo demás creo que lo más anticientífico es no considerar “el todo”. Que los estudios científicos no lo puedan hacer o lo hagan de forma muy precaria solo nos habla de sus limitaciones.

      Un fuerte abrazo, amigo.

  4. Avatar María Galán el 14 noviembre, 2017 a las 4:05 pm

    Precioso post Gonzalo, me encanta
    el vocablo “desprescrbir”!!! Estoy contigo en que el problema de base no es demostrar el fundamento científico de la Homeopatía basándose en los criterios que son válidos a la medicina materialista, ya que sólo tiene en cuenta la parte organiscista del hombre, sino reivindicar y argumentar que la Homeopatía se sustenta en un paradigma diferente: el que considera la totalidad organizativa del hombre, integrando mente y cuerpo como unidad indivisible, y la energía vital como la que rige de forma armónica el funcionamiento del organismo en estado de salud, y la que se altera en el origen de la enfermedad. Esperemos que seamos capaces de hacernos entender y podamos manifestar nuestro criterio y nuestro compromiso en la búsqueda de la salud de las personas, y en definitiva de la Humanidad.

    • Avatar Gonzalo Fernández el 28 noviembre, 2017 a las 11:40 am

      Hola María,
      creo que podemos hacerlo todo. Mostrar, como hacemos, indicios suficientes con los criterios científicos de la MBE como para investigar más, denunciar en qué se ha convertido la MBE y, sobre todo, hacer conscientes a nuestros colegas que el modelo subyacente a su práctica está basado en un determinado paradigma y que no necesariamente tiene que ser así. Que, de hecho, hay otros paradigmas que ya han irrumpido con fuerza en física, química y biología y que el predominante en medicina se ha quedado un tanto sobrepasado. Y que los criterios de la homeopatía, como parte de la medicina que es, encajan mejor con este nuevo paradigma no solo científico sino político-social (ecología, sostenibilidad, cooperación, respeto, etc.) que poco a poco irá extendiéndose en ciencia y en la sociedad.
      Y nosotros, todos, vamos a seguir contribuyendo a ello porque así mejoramos nuestra medicina y ayudaremos mejor a nuestros pacientes.
      Un fuerte abrazo

  5. Avatar Mª Esther torrellas el 14 noviembre, 2017 a las 6:41 pm

    Gracias por el articulo , mas claro agua, si es que lo quieren leer los que no protestan contra los 5 minutos por paciente para hacer un diagnostico y dar un tratamiento medico.
    Me gustaría publicarlo en Facebook para mis amigos, ¿me permites? gracias.

    • Avatar Gonzalo Fernández el 27 noviembre, 2017 a las 4:56 pm

      Hola Esther,
      gracias por publicarlo en facebook y por tu comentario!… debemos extender la idea que este paradigma, al que me refiero, es aún más “científico” porque tiene en cuenta a la totalidad del ser humano sea que esto se pueda reflejar en estadísticas o no.
      un abrazo

  6. Avatar Fátima el 15 noviembre, 2017 a las 12:10 am

    El problema es que el simple hecho de que alguien te atienda y te escuche, ya hace que el paciente mejore sin haber hecho nada. Se llama neurofisiología del dolor, donde todo ese concepto global está inscrito. Si para poder cambiar la forma de trabajar, si en vez de estar al día en nuevos avances, si en vez de juzgar a un sistema que deja que el personal se apoltrone en su silla de funcionario, si en vez de reclamar mejor atención médica, nos tenemos que meter en “estafar” al paciente con homeopatía mal vamos. Cuando son sustancias altamente probadas ineficaces, y que su funcionamiento de basa en el placebo.

    • Avatar Gonzalo Fernández el 28 noviembre, 2017 a las 12:07 pm

      Hola Fátima,
      como decía en otro comentario este post no iba de de “demostrar” nada. Tenemos otras entradas para eso que fácilmente puedes ver y comentar si te parece.
      Y en lo que dices estoy de acuerdo. Se puede reclamar todo eso y se puede (mejor, se debe) estar al día en los avances. Pero voy un poco más allá… Voy a que para escuchar al paciente por mucho que esté descrito en la neurofisiología del dolor hay que tener un modelo teórico que implique que para tratar una enfermedad hay que considerar la globalidad. Entonces tienes que escuchar al paciente independientemente de tu talento o tu predisposición o tus teorías. Y esto lo hacen, afortunadamente, muchos médicos no homeópatas pero a pesar del modelo. Y las visitas cortas ¿de dónde vienen, indirectamente, si no de ese modelo que implica que tratas “partes”? Y medicalizar tantos afecciones que no son más que trances de la vida cotidiana que tenemos que pasar ¿de dónde viene si no de un modelo paternalista en que el paciente es un ser pasivo que delega en un experto (el médico)? Y seguiría y seguiría…
      En fin, solo que aprendiéramos algo de nuestra experiencia de estar enfermos sería suficiente para entenderlo. Quizá entonces no descalificaríamos tampoco a nadie en este arte de curar nuestro sólo por prejuicios y sin conocer su ética.
      Un saludo

  7. Avatar maria jesus el 15 noviembre, 2017 a las 12:20 am

    Gracias Gonzalo por este articulo, por escribir y transmitir tan bien.
    Mª Jesús Pita

    • Avatar Gonzalo Fernández el 27 noviembre, 2017 a las 7:19 pm

      Muchas gracias Mª Jesús… es una satisfacción viniendo de tu parte
      un abrazo

  8. Avatar Ricardo Velasquez Larrinaga el 15 noviembre, 2017 a las 3:28 pm

    Excelente artículo que pasaré a mis amigos. Lo felicito mucho por esos párrafos tan bien seleccionados.
    Estamos en la misma frecuencia.
    Saludos desde Panamá.
    Viva España !!!!’

    • Avatar Gonzalo Fernández el 27 noviembre, 2017 a las 7:18 pm

      Muchas gracias Ricardo,
      es muy estimulante comprobar que la globalización también tiene sus cosas buenas leyendo tus felicitaciones desde otro continente
      Un afectuoso saludo

  9. Avatar Maria Adriana el 16 noviembre, 2017 a las 8:53 am

    Este artículo me ha parecido excelente. Ante todo respetuoso y crítico en profundidad del tema de la medicina actual y la tan atacada por estos días medicina homeopática (me saco el sombrero).
    Soy paciente aclaro, no médica.
    Sin duda en mucho se ha apartado la medicina de lo que sostenía Hipocrates, muy al pesar de todos los
    sufrientes.
    Solo en esta , la homeopatía he encontrado la escucha paciente, y hasta amorosa y peculiar que es necesaria para discernir así cuál es aquella emoción y circunstancia que provoca el désequilibrio en ese exquisito balance natural que es el cuerpo, mente, espíritu y alma del consultante.
    Gran desafío el de vosotros y el de la sociedad misma de seguir luchando para poner a esta medicina en el lugar de igualdad de elección en relación con la alopatía…como cada quien merece y tiene el derecho.
    Sin dudas el cambio de paradigmaS en medicina es condicion necesaria para sentir que se puede hablar de verdaderos AVANCES científicos.
    Luego: Capacidad de escucha/abordaje/formación continua/valores/consensos /sentido común/conocimiento de la materia médica/
    Gracias por leer

    • Avatar Gonzalo Fernández el 28 noviembre, 2017 a las 12:16 pm

      Muchas gracias María Adriana por tu comentario que es muy elocuente… Con tus palabras explicas todo lo que un médico ( y un paciente) desearían. Creo también que todos los médicos desean eso sea cual sea su método. Y por eso todos merecemos el mismo respeto, creo.
      Siempre digo que nuestro intento de cambiar las cosas no es solo por la homeopatía sino por una manera de entender la medicina y nuestra posición en el planeta como seres humanos.
      Un cambio de paradigma, vaya.
      Gracias por seguirnos y recibe afectuoso saludo

  10. Avatar JOSE IGNACIO TORRES el 29 noviembre, 2017 a las 6:16 pm

    En fin, Gonzalo. Podemos decir que da gusto leerte y que cada vez veo que nuestro discurso, nuestra forma intelectual y emocional de entender la profesión médica y la homeopatía son tan idénticas….
    Solo que algunos como tú lo saben decir ¡ tan bien !

    Abrazos

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