Os voy a contar una experiencia interesante sobre la tendinitis en el hombro, y más concretamente, la tendinitis calcificante en el manguito de los rotadores. Se trata mi primer éxito terapéutico con la homeopatía cuando comencé a trabajar con varios traumatólogos en el ámbito privado.

Todo empezó al terminar mi formación de homeopatía del CEDH. Llevaba unos meses trabajando en el ámbito privado, en un equipo de traumatología. Veía pacientes con los traumas y les ayudaba en el quirófano. En un momento dado, no recuerdo bien, los traumas ofrecían la posibilidad a los pacientes de que les tratara yo con homeopatía. Esto surgió de forma natural y quizás tuve algo de culpa. Claro que sabían de mi formación. Lo que sucedió es que, en las sesiones clínicas o cuando estaba en el despacho con alguno de ellos, comentaba que ese paciente o el otro se hubiera beneficiado de un tratamiento de homeopatía. Al principio eran sólo comentarios, después lo que sucedió es que alguno de los compañeros me llamaba y me decía: “¿Puedes tratar a este paciente que tiene tal patología y que no conseguimos mejoría de su sintomatología? o ¿puedes tratar a esta paciente que no quiere operarse?

Un día entró por la puerta un paciente con dos muletas y con una rodillera en la pierna derecha. Llegó al borde de la mesa y con gran esfuerzo pudo sentarse. Lo recuerdo como si hubiera pasado la semana pasada y lo recuerdo así de bien por ser el primer gran éxito de muchos que me ha dado mi conocimiento sobre homeopatía. La primera pregunta que hacemos en la primera visita de un paciente es: ¿Cuénteme qué le pasa? Y eso hice, pero enseguida sin dar tiempo a que respondiera, le volví a lanzar una segunda pregunta que pretendía romper unos segundos de silencio, que en una relación médico-paciente, no siempre es negativa. ¿Dónde has metido la pata? Cómo si fuera un reflejo osteotenidinoso, como cuando damos un golpecito en la rodilla y se mueve la pierna, el paciente con una sonrisa giró su cabeza y dirigió su mano acompañando a su mirada a la pierna derecha. La rodillera que tenía era un modelo que se utiliza tras la intervención del ligamento cruzado anterior, con una limitación en la flexión y en la extensión de la pierna.

El paciente, vamos a llamarle Luis, volvió a mirarme y me contó que le dolía el hombro. Eso me descolocó, ¿si venía con muletas? Claro una cosa no quita a la otra. Terminé por hacer la anamnesis y una exploración del hombro derecho. Tenía claro que tenía una lesión del manguito de los rotadores, por la exploración estaba casi seguro de que era del tendón subescapular del hombro derecho. El equipo de trauma con el que estaba trabajando tenía protocolizado solicitar una radiografía del hombro en una situación como la descrita y así lo hice. Os soy sincero que ahora no hubiera solicitado esta radiografía. El paciente subió de rayos con su radiografía en mano, con sus dos muletas y la rodillera, pensé que igual el paciente buscaba con su mirada un poco de ayuda y me levanté para cogerle la radiografía. Encendí el negatoscopio para ver la radiografía y “et voilà”. Ahí apareció una imagen bellísima de una perfecta calcificación en el hombro. Era la primera vez en mi cortísima carrera profesional que me enfrentaba a un paciente con una calcificación de hombro. A pesar de mi corta trayectoria, estaba lleno de “cierta prepotencia”. Yo era médico, lo que suponía 6 años de una durísima formación y además especialista en medicina de familia, lo que implicaba 3 años de aprendizaje de una especialidad, con sus guardias de 24 horas, con sesiones clínicas en el hospital, y en el centro de salud, con rotaciones con distintos especialistas (cardiólogos, endocrinos,…), vamos, que a mí no se me iba a resistir una calcificación.

Lo primero era dejar las cosas claras, yo era el médico y era el que tenía el poder el conocimiento, la sabiduría (menos mal que hemos aprendido algo de humildad desde esa consulta). Para ello le expliqué la imagen, lo que significaba y, tras ello, me dispuse a solucionarle el problema. Ahora vas a tomar tal analgésico cada 8 horas y nos vemos en 10-15 días. Todo orgulloso de mí le extendí una receta y se la ofrecí con mi mano derecha. Luis permaneció impasible mirándome y se mantuvo un segundo de silencio que me incomodó. Luis tomó la palabra: “Lo siento, pero no quiero tomar analgésicos, ni antiinflamatorios. Ya llevo muchos desde antes de que me operaran y todavía tomo alguno y no me calma”. No me lo podía creer, también era la primera vez que un paciente me negaba un tratamiento. ¿Cómo es posible, si yo era el que tenía el conocimiento? Lo malo es que además su justificación me parecía razonable.

Sin retirar la mirada durante otro segundo incómodo de silencio, mis neuronas se volvieron locas con un millar de sinapsis y neurotransmisores para poder encontrar la solución. ¡¡Ya lo tenía, lo había encontrado!! Mira, aprovechando que ya has empezado la rehabilitación de tu intervención del ligamento cruzado anterior, voy a solicitar que amplíen esa rehabilitación al hombro. Pero antes de que comenzase a escribir en el volante de su seguro médico, dicha solicitud, el paciente me comentó: “Ya me han dado unas 5 sesiones y el dolor me va a más e incluso la limitación de movilidad que tengo también va a más”. Pero esto no me podía estar pasando, estaba convencido de que le ofrecía las mejores opciones terapéuticas que tenía a mi disposición.

No pasa nada, yo era médico de familia, y hay una característica de este perfil de médicos y es que estamos llenos de recursos. Mis neuronas volvieron a interactuar y volvieron a dar con la clave: “Lo entiendo, pues mira creo entonces es que te haga una infiltración con corticoides y un anestésico local”. Nuestras miradas se mantenían firmes y aunque me parecía que Luis estaba en una situación cómoda (digo que me parecía, ahora pienso que Luis esperaba una propuesta de solución a su dolor y el médico que tenía enfrente no hacía más que ofrecerle cosas que había probado y no le solucionaban, no sé por qué no se levantó), pero, por el contrario, yo empezaba a incomodarme. Parecía como que la bata me estuviera grande, que el asiento no era lo cómodo que había sentido en otras ocasiones. Luis, impasible con su mirada fija y no sé si ya algo preocupado, me espetó: “Doctor, no quiero infiltraciones ya me han realizado en varias ocasiones por otros motivos y estoy un poco cansado, sinceramente no quiero una infiltración, además no creo que eso solucione el problema”.

Creo que empecé a sudar. Le había ofrecido todas las posibilidades que mis compañeros traumatólogos habrían hecho, aunque claro, quedaría la intervención, pero si había querido un analgésico, ¿querría una nueva intervención cuando hace unos meses se operó del ligamento cruzado anterior? No se lo iba a proponer, lo tenía claro, ¡¡obtener un cuarto “NO” de un paciente, con todo lo que yo sabía, me parecía ya excesivo!!

En ese momento recordé de un medicamento que en mi formación sobre homeopatía habíamos comentado, pero muy por encima. Se trataba de Solanum Malacoxylon. Recordé cómo se descubrió este medicamento homeopático y por qué se usaba para calcificaciones de hombro. Resulta que este medicamento homeopático, según pude leer en su momento, es una planta perteneciente a las Solanáceas y que es originaria de Brasil. El caso es que en la zona de los Alpes algunos pastores se encontraron con el problema de que sus ovejas presentaban una especie de artritis que les impedía caminar. Los veterinarios de la zona descubrieron cómo estás ovejas presentaban calcificaciones de tejidos blando de algunas articulaciones, en concreto del equivalente a nuestro hombro. Esta planta provoca un aumento del transporte activo del calcio en sangre y posterior deposición de tejidos blandos (tendones) provocando rigidez y dolor. Esta es una pequeña muestra de lo que podría ser una “experimentación en animales”. La utilización de este medicamento como homeopático comenzó a realizarse en base a esta experiencia animal.

“Mira Luis, entiendo que no quieras realizar los tratamientos que te he propuesto. Ahora sólo me queda la posibilidad de tomar un medicamento homeopático que se ha descrito su acción justo para las calcificaciones de hombro, ¿Te parece bien?” Noté en Luis cierta relajación cuando le iba explicando esta otra opción y, automáticamente, percibí como la bata ya se iba ajustando, ya no me sobraba tanto, la silla volvía a ser cómoda y notaba cómo volvía a controlar la situación. Le di las recomendaciones pertinentes y nos volveríamos a ver en un mes.

Pasó un mes y, lamentablemente, no recordaba que Luis tenía cita con el equipo de traumatología. Luis entró en la consulta de uno de los compañeros y antes de explicar la situación solicitó que sólo quería verme a mí. La enfermera me localizó y fui al despacho. Iba nervioso, no lo voy a negar. ¿Qué habría pasado? ¿Estaría mejor? ¿Se encontraría peor? ¿Querría reprocharme algo? Miedos del pasado que se vuelven a repetir en el presente con la atención diaria de mis pacientes, ¿miedos? Vamos a decir, preocupaciones que incluso aparecen un sábado, domingo o de camino a casa.

A veces no es fácil no acordarte de un paciente durante el tiempo de vida personal. Tras saludar a Luis me explicó que se encontraba francamente bien, sin dolor, y con movilidad completa (el hombro es una articulación compleja por el número de estructuras que tiene y por la gran movilidad que presenta). Mi compañero le propuso hacer una radiografía de control para ver qué había sucedido. Claro tras la apreciación de Luis, le expliqué en un minuto qué le había pautado y por qué. Luis volvía aparecer por la puerta con radiografía en mano. Volvía a abalanzarme, pero esta vez era por ansia, quería descubrir el primero al sacar la radiografía del sobre lo que había sucedido. Y así fue, mi sonrisa saltó como un resorte y mi orgullo profesional se elevaba al “infinito y más allá” mientras con la mano derecha llevaba la radiografía al negatoscopio. Me giré con ese halo de superioridad, con esa mirada de poder absoluto y miré a mi compañero, un gran traumatólogo (cómo hemos cambiado, ahora no se me ocurriría hacer ese gesto), con años de experiencia, en la clínica y docencia.

El paciente había tomado como tratamiento para la tendinitis calcificante de hombro un medicamento homeopático que en un mes le solucionó el problema. La prescripción del mismo vino precedida por la negación a la toma de los tratamientos habituales en las tendinitis, muy probablemente por la mala experiencia reciente con esos tratamientos. Este ha sido el primer gran éxito personal con la homeopatía y tras varios casos más, conocí a un traumatólogo de un hospital terciario que se animó a realizar un pequeño estudio, pero esto lo comentaremos otro día.

24 Comments

  1. Avatar GUALBERTO el 22 noviembre, 2019 a las 10:07 am

    Qué buena historia, Alberto. Gracias por tu franqueza y humildad al relatar el caso.
    Y ciertamente, son estos momentos “eureka” los que mueven nuestras convicciones, en medicina como en tantas otras áreas dentro y fuera de la ciencia.

    Sé porque te conozco y porque hemos escrito sobre ello en el blog, que después vino estudiar una pequeña serie de pacientes, y años más tarde poner en marcha un ensayo clínico junto a una sociedad científica de medicina familiar.

    Aunque los resultados de esos estudios nos pueden ayudar a ubicar el papel que juega la homeopatía (o un medicamento homeopático concreto) en este problema (darlo como primera opción o como última, como opción principal o como complementaria u opcional), lo que queda claro es que una opción posible y que al menos en algunos pacientes (puede que sean muchos) supondrá un cambio importantísimo con una gran repercusión en su calidad de vida.

    Un abrazo

    • Avatar Alberto Sacristán el 22 noviembre, 2019 a las 2:29 pm

      Gracias Gualberto.
      Es cierto lo que cuentas, pero esa es la segunda parte que escribiré otro día. Me parecía muy largo describir tanto.

  2. Avatar Elena Estrada Gimeno el 22 noviembre, 2019 a las 1:52 pm

    Con homeopatía me cure de hipertiroidismo, enfermedad de Graves , el endocrino quería quemarme las tiroides con todo radiactivo, a lo que me negué y estoy muy bien..

    • Avatar Alberto Sacristán Rubio el 28 noviembre, 2019 a las 6:51 pm

      Elena, no sabes cuanto me alegro. Cada vez tenemos más pacientes que consultan por problemas tiroideos y la homeopatía tiene mucho que aportar en estas situaciones.
      Felicidades.

  3. Avatar Arcadio el 22 noviembre, 2019 a las 1:57 pm

    Que gran profesional

    • Avatar Alberto Sacristán Rubio el 28 noviembre, 2019 a las 7:13 pm

      Hola Arcadio, muchas gracias. No me considero mejor que nadie y si un médico inquieto que busca soluciones para los pacientes. También te puedo decir que he aprendido más, gracias a mis pacientes, que todo lo que estudié en la carrera.

  4. Avatar Graciela el 24 noviembre, 2019 a las 9:00 am

    Hola Doctor,mi marido tiene ese problema en el hombro y lo veo sufrir.Tampoco quiere “envenenarse” según él con “tapa dolores”Nosotros tenemos mucha fé en la homeopatía a mi me saco de algunos problemas hace unos años en Argentina,vivimos en Palma de Mallorca y también pude contactar con una médica homeópata.El problema es que mi marido no quiere ir a la misma médica.Vi su artículo con la experiencia y me dio una esperanza para él. Puede tomar ese medicamento homeopático del cual usted se refiere si receta? Muchas gracias.

    • Avatar Alberto Sacristán Rubio el 28 noviembre, 2019 a las 7:12 pm

      Si, puede acudir a la farmacia y el farmacéutico se lo dispensará.
      En ocasiones el dolor de hombro es tan importante el paciente no puede casi mover el hombro y presenta lo que denominamos un “hombro congelado”. También os recomiendo que acuda a fisioterapia.
      No obstante si lo veis oportuno podéis concertar una cita online conmigo en una plataforma que se llama Wedoctor.
      Un saludo y ánimo Graciela.

    • Avatar Andrea el 16 agosto, 2020 a las 4:29 am

      Hola Dr. Tengo un dolor fuerte en mi hombro izquierdo me dijeron que sufría de tendinitis, quisiera saber que puedo tomar para mejorar. Ya que con la pandemia no puedo visitar al traumatólogo ni fisiatra. Desde ya muchas gracias
      Saludos

  5. Avatar Isabel el 31 enero, 2020 a las 5:47 pm

    Hola, me lo acabo de comprar en la farmacia pero no se la pauta para tomármelas, que cantidad seria por dia. Saludos y gracias adelantadas.

    • Avatar Alberto el 4 febrero, 2020 a las 5:01 pm

      La pauta genérica de homeopatía es de 3-4 tomas al día, pero en ocasiones tb mando una dosis semanal de gránulos. Es algo que hay que determinar dentro de una consulta clínica.

    • Avatar Lorena Espinosa el 20 febrero, 2020 a las 5:39 pm

      Mi esposo tiene mucho dolor en sus rodillas y le dicen que tiene artritis tiene 64 años y un poco de desgaste su hueso está pegando con hueso habrá un medicamento homeopático , le empecé a dar colageno hidrolizado preparo chia linaza ajonjolí semillas de girasol y ajonjolí muelo todo y le doy dos cucharadas en un vaso de agua o té de canela, le han hecho infiltraciones , habrá un medicamento que le ayude

      • Avatar Alberto el 29 febrero, 2020 a las 4:40 pm

        Lorena, según describes estás hablando de otro tema distinto a este pos.
        Por lo que explicas es un proceso avanzado de artrosis (importante desgaste articular, con pérdida de cartílago articular.
        Lo más importante en este caso es disminuir el dolor, ya que suele ser el síntoma principal. En mi experiencia lo que más puede ayudarle para controlar el dolor es la Acupuntura. A esto le añadiría Silicio Orgánico y Vitamina-C (precursores del colágeno que nosotros formamos en nuestro cuerpo)
        Como tratamiento homeopático podría ser Calcarea carbonica, brionia, symphitum.. aunque lo más indicado sería hacer una prescripción individualizada según la persona.

    • Avatar Alberto Sacristán Rubio el 21 agosto, 2020 a las 8:46 pm

      Hola Andrea. Como verás en el post hay distintas posibilidades de tratamiento. Si tienes una calcificación claramente te ayudará Solanum Malacoxylon pero hay otros medicamentos con Ruta, Rhux Tox. que pueden ayudarte. Aunque no puedas acudir a un médico, igual podrías hacer una videconsulta con un médico homeópata para que te ayude.
      Un saludo

  6. Avatar Helia el 10 febrero, 2020 a las 10:23 am

    Hola, tengo 34 años, desde agosto de 2019 ya he tenido dos episodios de calcificaciones en el hombro, la primera me pusieron una inyección y con calmantes y rehabilitación mejoró. Esta segunda vez es la cuarta vez en una semana que acudo al hospital por no soportar el dolor, no valgo no para vestirme o asearme, trabajar o atender a mi hijo. Me han visto dos médicos diferente y todos me dicen que estoy en la fase de absorción y que me va a doler si o si, yo puedo aceptar que sea un proceso doloroso pero en serio no hay nada que me alivie lo justo para poder valerme por mí misma?? He estado informándome porque tengo hipotiroidismo y déficit de vitamina D,tomo Eutirox 75 e hidroferol. Se que el tema de las calcificaciones va muy unido a mi historial y me gustaría saber si con la homeopatía puedo paliar o prevenir estos enfermedades que van unidas al hipotiroidismo. El medicamento que nombre en su caso podría valerme a mí sin interferir en la medicación que ya tomo??

    • Avatar Alberto el 19 febrero, 2020 a las 11:56 am

      Hola Helia.

      Desde mi punto de vista no debemos centrarnos sólo en el hombro. Lo que cuentas sobre el tiroides,… es muy interesante y habría que hacer un tratamiento más global, integrando todas las posibilidades terapéuticas que disponemos para resolver ciertos problemas y en este caso, en ayudarte a ti en concreto.
      Te recomiendo busques un médico con formación en homeopatía y/o medicina integrativa y verás como te ayuda, pues es necesario ampliar la historia clínica.
      Muchas gracias por leer el artículo y por tu comentario.

  7. Avatar Marta el 14 febrero, 2020 a las 10:42 pm

    La patología del hombro es muy compleja y en ocasiones cuesta muchísimo su rehabilitación completa y la restauración de su movilidad.
    La homeopatía puede ser de gran ayuda. Esto reduciría el tiempo de recuperación.
    La combinación de ambas terapeuticas en lesiones de hombro y en concreto en las calcificaciones de hombro parece la mejor opción en la actualidad.

    • Avatar Alberto el 19 febrero, 2020 a las 11:58 am

      Efectivamente Marta.
      El hombro es la articulación con mayor movilidad del organismo. Cuando hay una lesión en muchas ocasiones debemos recurrir a distintas posibilidades terapéuticas que ayuden a una pronta recuperación.
      La fisioterapia es fundamental.
      Muchas gracias.

  8. Avatar Alba Peña el 26 octubre, 2020 a las 1:37 pm

    Hola Dr, lo saluda Alba soy de Ecuador tengo inflamación en el manguito rotador en el hombro izquierdo, llevo 2 meses con el dolor que me imposibilita levantar el brazo, ya he tomado analgésicos ahora estoy con fisioterapia llevo 11 sesiones, hay días en que disminuye el dolor pero luego vuelve con mayor intensidad. Tengo 58 años

  9. Avatar viviana herrera el 20 octubre, 2022 a las 3:24 pm

    buenos dias dr por favor tengo una pregunta tengo un bebe de año y 5 meses , tengo tendinitis y bursitis en los hombros y desgaste de clavicula ,estoy lactando,no soporto los dolores no puedo dormir por favor ayudeme q medicamento homeopatico me sirve para estos dolores me puesto calor y frio. y no ya q hacer para quitarle el seno al bebe ya llevo 5 meses con este dolor, por favor ayudeme estoy sin empleo q medicamento me puede ayudar.
    .

    • Avatar Alberto Sacristán el 11 noviembre, 2022 a las 3:31 pm

      Hola Viviana, es un caso complejo que precisa de una valoración personal para hacerte una prescripción correcta.
      Además habría que valorar fuerza muscular y la higiene postural que tienes no sólo al coger a tu bebé.
      Te recomeindas pidas cita a un médico homeopata cercano a tu domicilio.

    • Avatar Emm Hernández el 24 diciembre, 2022 a las 1:12 am

      Hola vivo en México, tengo calcificación en el tendón del hombro derecho, ví su artículo y he buscado el medicamento en México pero parece que no lo hay, hay solanum pero no malacoxylon, cualquier solanum puede servirme? O donde puedo conseguirlo?

  10. Avatar Lourdes el 12 febrero, 2023 a las 12:40 am

    Gracias doctor por la explicación de este caso.
    Por favor ¿puede decirme a que potencia hay que tomar Solanum Malacoxylon para disolver una calcificación?, ¿a qué potencia se lo prescribió usted a ese paciente?

  11. Avatar EVELYN CÉSPEDES CÁRDENAS el 19 abril, 2023 a las 6:30 am

    Dr, que gusto me da saber que existe un medicamento en homeopatía que podría curarme mi hombre congelado x una caída muy fuerte, y sufrí una luxación y a consecuencia de eso tengo una BURSITIS Y TENDINITIS, me puede decir x favor a qué potencia puedo comprar
    SOLANUM MALACOXYLON.
    TENGO 64 AÑOS.

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