Y un Blog para la Homeopatía

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Cuando me comentaron la propuesta de iniciar un blog divulgativo sobre homeopatía, me pareció una excelente idea por varias razones. Se trataría de un blog plural, con distintas opiniones fruto de quehaceres homeopáticos distintos en el día a día. No sería un blog con intención de consejo terapéutico. Tampoco un blog dirigido en ningún momento a la polémica y sí a un eventual debate correcto en sus formas. Pero fundamentalmente me gustó porque nace con la intención de divulgar, de informar sobre la terapéutica con medicamentos homeopáticos y su solidez como tratamiento eficaz y fundado en el abordaje de gran parte de la patología médica habitual.

Siempre que se inicia una tarea divulgativa como la que pretende este blog, se hace necesario darse a conocer de cara a los posibles lectores del mismo. Soy pediatra en un Centro de Salud de Cartagena (Murcia), ejerzo la pediatría desde hace 30 años y practico la terapéutica homeopática desde hace mas de 20 años, tanto en mi consulta particular como en el centro de salud en ambos casos con muy buenos resultados y aceptación por parte de los pacientes.

Desde el comienzo de mi actividad como homeópata he sentido la necesidad de divulgar este método terapéutico entre mis compañeros pediatras y médicos de familia teniendo siempre una gratificante acogida por parte de ellos. En este sentido, imparto seminarios, cursos de postgrado y de experto universitario en homeopatía, observando siempre un creciente interés por el método tanto por los profesionales de Atención Primaria como por compañeros de otras especialidades como ginecología, dermatología, medicina interna, alergología, etc.

Siempre resulta estimulante el hacer ver a los compañeros que hablamos de un método terapéutico científico, con unas bases y reglas de prescripción definidas, y que no excluyen en ningún momento un ejercicio riguroso del acto médico incluido la prescripción. Por el contrario, nos hacen reencontrarnos con algo tan vocacional como “el arte de curar”, tan diluido en la masificación de las consultas y la búsqueda de soluciones rápidas muchas veces bajo el pretexto de que el paciente lo demanda.

Volvamos a escuchar y a explicar, el paciente y su padecimiento nos lo agradecerán.