En alguna entrada anterior tanto yo como mis compañeros hemos tratado (y seguiremos haciéndolo) la temática del cáncer y homeopatía.

En uno de ellos afirmaba yo que la homeopatía tiene buenos medicamentos para tratar diversos estados emocionales que se producen con frecuencia durante esta enfermedad y que afectan con tanta intensidad a su calidad de vida y, en mi opinión, incluso a la propia evolución de la enfermedad.

Ya mencioné la importancia de un buen uso de la comunicación verbal y no verbal aspecto este en que los médicos en general tenemos mucha deficiencias.

Aunque cada vez menos, no es infrecuente que los pacientes con cáncer nos cuenten su traumática experiencia en el momento de recibir el diagnóstico de su enfermedad. Como decía entonces la humanidad y la calidez en la transmisión de esa información no sólo es un deber deontológico sino profundamente terapéutico. Así, dependiendo cómo se produzca esa comunicación podremos contribuir a calmar la angustia, la ansiedad, la incertidumbre o el miedo del paciente o a incrementar, aunque sea por desconocimiento, todos estos aspectos tan perjudiciales.

Obviamente para conseguir todo eso no sólo se trata de contar con la buena voluntad del médico sino con unos conocimientos mínimos en comunicación que no siempre existen porque hasta hace muy poco no se ha considerado su importancia en comparación con otros aspectos más “objetivables”. Es el error de siempre, como de alguna manera u otra enfatizamos en este blog. El no considerar a la persona en toda su globalidad y en todo el ámbito de su experiencia. Cuando lo consideramos así todo tiene su importancia, todo tiene su lugar y todo suma.

Convenzámonos, pues, que todo ese mundo emocional y vital del paciente oncológico (en este caso) es del todo trascendente para su mejor calidad de vida y la mejor evolución de la enfermedad.

Si los médicos nos mirásemos más a nosotros mismos cuando enfermamos todo sería más fácil y comprensible para nosotros y los pacientes.

En estas situaciones cada paciente puede tomarse su diagnóstico de diferentes maneras dependiendo de sus propios patrones emocionales. Así, algunos se quedan en estado de shock, otros se lo toman como una gran injusticia y se preguntan por qué a ellos, otros se quedan paralizados, otros con resignación o con pánico… Bien, pues medicamentos como Staphisagria, Opium, Pulsatilla, Aconitum, etc. puede ayudarles muchos en estos estados. En estos y en todas las demás fases que se van a ir sucediendo… Y, más adelante, dar un medicamento que pueda incluso modificar esos patrones que todos tenemos en el modo de percibir y reaccionar ante las diferentes situaciones vitales y que la mayor parte de veces se han ido ya formando desde mucho tiempo atrás.

El conocimiento de esos patrones nos va a dar idea, además, de cómo va a responder a según qué trances de la enfermedad y cuál será la mejor manera de proponerle tratamientos y de comunicarse con él en general.

Y por supuesto que para otras situaciones clínicas más orgánicas, como ya es sabido, los medicamentos homeopáticos pueden ser de gran ayuda contribuyendo incluso a que el paciente pueda seguir con sus ciclos de quimioterapia, interrumpidos por una bajada de defensas, por ejemplo, en una clara sinergia de estrategias que es lo que debería predominar en medicina.

Por eso resulta sorprendente que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid algunas voces interesadas intenten contraponer, no solo en este caso concreto, a la homeopatía con la medicina convencional. Como si no fuera sumando como se pueden obtener mejores resultados.

Pero menos mal que los pacientes lo saben, buscan y demandan cada vez más esa medicina integrativa y participativa que los tenga más en cuenta como personas y como parte activa en su proceso de curación. 

¿Es esta también vuestra experiencia en este tema?

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2 Comments

  1. Avatar Monica el 14 septiembre, 2016 a las 9:03 pm

    Hola queria comentaros si tratais temas del sistema nervioso de angustia fuerte hasta el punto de en ocasiones no poder tragar ni agua y estar sin comer. Gracias

    • Avatar Gonzalo Fernández el 18 septiembre, 2016 a las 6:52 pm

      Hola Mónica,
      supongo que te refieres a si con homeopatía se puede tratar esos síntomas que mencionas. La respuesta es que en principio sí pero es ineludible una visita médica para establecer el diagnóstico y la conducta a seguir. Te recomiendo contactar con un médico homeópata de tu localidad para que te aconseje al respecto.
      Gracias por seguirnos. Un saludo

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