Doctor, tengo la autoestima baja

Esta frase es una de las que con más frecuencia escucho en la consulta homeopática, ya sea al principio, en medio o al final de la visita.

Y de esto vamos a hablar en ese post, de la autoestima.

Vamos a ver qué es la autoestima, qué sucede con las personas que dicen tenerla baja, a qué otras afecciones está asociada y qué podemos hacer desde el punto de vista psicológico y homeopático para mejorarla.

¿Qué es la autoestima?

Si buscamos la palabra autoestimaen la Real Academia Española (RAE) encontramos la siguiente definición: “Aprecio o consideración que uno tiene de sí mismo”.

Si profundizamos, pues, en el término, la autoestima podría entenderse como el conjunto de percepciones, imágenes, pensamientos, juicios y aprecio que tenemos sobre nosotros mismos.

O sea, es una valoración que hacemos de nosotros mismos teniendo en cuenta lo que también perciben o hacen los demás sobre nosotros.

Por tanto, la autoestima está basada en la imagen que tenemos de nosotros mismos, de apreciar lo que valemos.

Cuando alguien dice tener baja autoestima lo que nos está diciendo es que, por lo que sea, no se aprecia lo suficiente a sí mismo y, probablemente, tiene dificultades para desenvolverse en su vida laboral, personal o social.

Causas de baja autoestima

Las causas pueden ser múltiples y variadas y dependen de muchos factores tales como los antecedentes de la persona, su entorno familiar, su infancia y su estado físico y mental (posibilidad de otras afecciones concomitantes).

Aún así, podemos destacar algunas como:

• Bullying u otras formas de abuso
• Mensajes negativos por parte de los padres (no vales, no sirves, lo haces todo mal)
• Entorno familiar de poco afecto y seguridad
• Experiencias negativas tempranas
• Ridiculización por el aspecto físico o cualquier otra característica
• Dificultades académicas

¿Como son las personas con baja autoestima?

Hay un serie de características o rasgos que nos pueden hacer pensar que estamos ante una persona con baja autoestima:

• Son indecisos, tímidos, con pocas relaciones, dependientes
• Miedo al que dirán,  que los hace muy vulnerables
• Pensamientos negativos hacia sí mismos que acaba por desmotivarlos
• No aprecian sus posibilidades y recursos. Se ven poca cosa en comparación con los de los demás
• Creencia limitantes: piensan que no pueden, que no saben nada, que no lo van a conseguir, que no hacen nada bien. Insatisfecho consigo mismos
• No toman iniciativas, son pasivos

• Se sienten como examinados en sus relaciones, por eso tienen pocas y son poco participativos
• Temen las situaciones nuevas, les hacen sentir muy inseguros, no toman riesgos
• Tiene mala imagen de su aspecto físico, se ven mal, creen que causan mala impresión , que son poco interesantes
• Piensan que los demás siempre lo hacen mejor que ellos
• Cuando hacen algo valioso o que los demás aprecian piensan que no tiene ningún valor, que eso lo podría hacer cualquiera
• Sensibles  a las críticas, las aceptan mal o se sienten culpables
• Pesimistas, creen que todo irá mal

¿Se hereda la autoestima?

Este punto es muy importante y hay que decirlo alto y claro: La autoestima no se hereda, la autoestima se construye.

En efecto, desde niños la vamos construyendo con nuestros pequeños logros.

Como decía el gran psicólogo Jean Piaget el niño va construyendo su mundo a medida que lo explora. En este sentido, es mediante las acciones que vamos configurando nuestros conceptos y valores.

En el desarrollo de la autoestima influye, pues, la educación familiar y la relación con los otros niños y profesores.

Autoestima ¿causa o consecuencia?

Muchas veces la autoestima es consecuencia de otras afecciones.

En la consulta veo, por ejemplo, trastornos de ansiedad, pánico, fobias, depresiones, trastornos obsesivo compulsivos… En realidad, casi cualquier afección que se prolonga en el tiempo y que supone dificultades para el desenvolvimiento normal de la persona en sus relaciones sociales o laborales puede dar lugar a una autoestima baja.

Imaginemos una persona con agorafobia que teme y evita ir a los lugares con gente, evita transportes públicos, centros comerciales, cines, teatros etc. Todo este estado de cosas, con el paso de meses o años, va a provocar, con certeza, una desvalorización de sí mismo por su sentimiento de incapacidad.

En estos casos, hay que tratar primero la afección primaria, en este caso la agorafobia (o cualquiera otro trastorno) antes que empezar con el problema de la autoestima.

Sin embargo, también hay que tener en cuenta que una baja autoestima (que se haya ido formando a lo largo del tiempo a causa del entorno familiar y social desde la infancia) puede dar lugar, a su vez, a depresiones, trastornos alimentarios, propensión a ser víctimas de abuso, etc.

Así pues, hay que considerar esas dos vertientes de la autoestima, como causa o como consecuencia.

¿Cuáles son los mecanismos que mantienen baja la autoestima?

En Terapia Breve Estratégica abordamos primero el mecanismo de cómo funciona le trastorno y las soluciones que ha puesto en marcha el individuo para desembarazarse del problema. Estas “soluciones”, en la mayoría de los casos, son las que mantienen y cronifican el problema.

Las personas con baja autoestima suele poner en marcha una serie de actos que, lejos de mejorar, empeoran la situación

Por ejemplo, no participar ni emitir opiniones por sus temores, con lo que va confirmando su incapacidad, delegar en otros para evitar exponerse, con idéntico resultado, etc.

En su deseo de hacerlo todo bien, se vuelven muy  perfeccionistas, o sea todo  o nada. Y como la perfección es tan difícil (imposible) acaban confirmando , también, su incapacidad.

También, luchan contra sus pensamientos negativos, con ese inquisidor interno que sabotea todos sus logros. Pero, al final, esto no puede acabar bien porque el campo de batalla son ellos mismos.

Será, pues, desmontando estas soluciones y creencias limitantes y añadiendo otros procedimientos propios de la terapia, adaptados a las características y circunstancias del sujeto, como iremos avanzando en el camino de la construcción de la autoestima. Un camino que puede que no sea necesariamente rápido pero para que el acompañamiento terapéutico considero totalmente imprescindible.

¿Cómo tratar la baja autoestima con homeopatía?

No hace falta repetir, de nuevo, la esfera de acción global de los medicamentos homeopáticos, su versatilidad su excelente tolerancia y su compatibilidad con otros tratamientos.

Así pues, se convierten en una óptima opción para ayudar en el camino de la construcción de la autoestima.

Si la homeopatía es personalización, aquí es totalmente imprescindible adaptarse a las distintas características que la han llevado a esa situación y considerar todas las circunstancias biopatográficas que han llevado a la persona a esta situación de poco aprecio de sí mismos.

En cuanto a medicamentos podemos citar algunos:

• Elementos Carbonicums (calcarea carbónica, Beryllium carbonicum, magnesium carbonicum, baryta carbónica, natrum carbonicum, etc)  estos elementos suelen ser tímidos, inseguros, con diversos miedos, y en su problemática psicológica suelen tener problemas con dar sentido a las cosas, el significado de su existencia, lo que valen, lo que son, la dignidad que tienen…

• Elementos de la fila 2 de la Tabla Periódica; sobre todo Lithium, Beryllium, Boron… y sus sales. Suelen tener poca autoestima porque no tienen totalmente desarrollado su conciencia de sí mismos, su yo, lo que es bueno y malo y qué lugar ocupan ellos en esos aspectos.

• Citemos, también, una serie heterogénea de medicamentos como Lycopodium, Lac caninum, Silicea, Ambra Grisea, etc.

Así que ya saben, crean en ustedes mismos porque si no ¿quién va a hacerlo después?

Eso es lo que dice, para finalizar, otra de las grandes frases del tío Oscar (Oscar Wilde)

“Quererse a uno mismo es el principio de un romance que dura toda la vida”

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