Escritos

La doctora  Maria  Fuentes llevó el caso de mi hijo Pablo (25 años). Tenía síntomas muy espectaculares –enorme bulto en el cuello a la altura de los ganglios laterales, y una fiebre altísima, que no remitía-. Su médico de referencia le vio, y le mandó al hospital Universitario de Cádiz, porque estaba seguro de que era un linfoma.  Eso nos produzco muchísima angustia, y no hubo ningún acompañamiento para poder sostener esa situación  a lo largo de las semanas que duró. Acudimos a  la  Dra. Fuentes, que  acompañó desde el principio con homeopatía, orientación dietética y de hábitos y apoyo emocional  a Pablo y a nosotros,  durante todo el mes  en el que  Pablo  tuvo,  además de la fiebre alta, la lógica preocupación, y nosotros el miedo y la preocupación. Su padre,  además, totalmente escéptico con ese tratamiento. Y a él también la doctora, le explicó con todo detalle las bases de funcionamiento de esas terapias, y le tranquilizó, y dio confianza.  Al mes Pablo  estaba totalmente recuperado y sano y las pruebas  finales  dieron negativas. De eso hace ya más de 2 años y él sigue completamente sano, y más motivado que nunca para cuidarse y responsabilizarse de su salud en todos los sentidos.