¡No, que no me pinchen!
¿A que has escuchado o dicho esta expresión más de una vez?
Seguro que tienes cerca amigos o familiares que añaden: “ yo me mareo cuando me pinchan”
Así me lo hacen saber pacientes que, desde niños, no consienten ninguna acción terapéutica en las que se utilicen agujas.
Y es que esta expresión, muy propia de los niños, se manifiesta y es el sentir de muchos adultos que, unas veces de manera explícita y otras con una tremenda ansiedad silenciosa, sufren un temor irracional a las agujas.
En algunos casos no permiten que se les intervenga con ningún tratamiento que conlleve pinchazo, tales como extracción de sangre para analíticas o donación de sangre, así como inyecciones tanto intramusculares o subcutáneas, vías endovenosas o un test hipodérmico, hasta el punto que ni tan siquiera visitan al dentista. Pero otras personas no pueden ni mirar las agujas.
Como es natural viven esas situaciones con negativa y angustia, pero desde aquí abrimos un campo de optimismo y esperanza porque abordamos cómo puede ayudar el tratamiento homeopático a superar esas experiencias, hasta el punto de que esos pacientes consiguen aceptar actuaciones médicas de una manera que antes hubiera sido impensable.
Se puede, por tanto, mejorar la calidad de vida y la accesibilidad a tratamientos que son necesarios para tratar muchas patologías.
Se parecen pero no es lo mismo
Para entender mejor algunos aspectos del comportamiento de quienes sufren este cuadro ansioso, voy a repasar la diferencia entre belonefobia, tripanofobia, aicmofobia y hemofobia.
BELONEFOBIA
Del griego belone – ( aguja, dardo) y –phobos, (miedo, aversión o rechazo).
Se define como el miedo extremo a las agujas y por tanto a los procedimientos médicos en los que intervenga instrumental de inoculación con agujas. La persona evita toda práctica médica en la que puedan intervenir las agujas.
Esta fobia está reconocida oficialmente desde 1994 en el DMS4 -Manual Diagnostico y estadístico de trastornos mentales- como una fobia específica.
Tripanofobia
También válido trepanofobia, etimológicamente procede del griego trýpanon- (taladrar), y phobos que, como ya sabemos, significa miedo.
En esta situación la fobia se produce por el hecho de percibir que se “taladra” la piel.
Tanto belonefobia como tripanofobia pueden utilizarse, indistintamente, para nombrar el temor y la negativa a recibir terapias en las que intervengan las agujas y el pinchazo.
A veces puede usarse el término AICMOFOBIAque hace referencia al miedo, no solo a las agujas, sino a todos los objetos punzantes y afilados. Tambien del griego, aichme- (punta de lanza)
Por último, hago referencia a HEMOFOBIA, haima (sangre). Así se denomina al miedo irracional a ver sangre y heridas.
Prevalencia
Estas fobias afectan a casi un 25% de la población de forma tan intensa que un 4% de ellas pueden, incluso, llegar a perder el conocimiento, momentáneamente, ante esas situaciones.
La proporción de población afectada ha ido en aumento, desde 1995 hasta 2012. Esto se relaciona con el aumento de inoculaciones en niños alrededor de los cinco años, edad en la que la conciencia y memoria del evento podría manifestarse como fobia en la edad adulta.
Por supuesto que una vivencia negativa de experiencias anteriores va a predisponer, pero también la influencia de comentarios de otras personas pueden producir un impacto, tanto en niños como en adultos, generando ese miedo por anticipación (que, se puede resolver muy bien con medicamentos homeopáticos). Ese es el importante poder de la palabra, para bien y para mal.
¿Qué síntomas aparecen?
Las personas que padecen estas fobias manifiestan que, desde el momento en que saben que deben someterse a terapias con agujas, sienten malestar, incluso desde varios días antes, con los síntomas siguientes:
- Nerviosismo con palpitaciones
- Respiración acelerada
- Sudoración
- Bloqueo emocional
- Temblor
- Dificultad para la deglución
- No pueden conciliar el sueño y/o tienen despertares nocturnos
Y en sus actividades cotidianas describen falta de atención y disminución de la eficacia de sus tareas.
Todos estos síntomas son perfectamente compatibles con un cuadro de ansiedad que se incrementa a medida que se aproxima el momento de la terapia, y es entonces cuando pueden sufrir una pérdida de conciencia -síncope- como consecuencia de una hiperactividad del sistema nervioso autónomo.
Puede ocurrir que el paciente se niegue a recibir el tratamiento pinchado. Tuve una paciente que nunca había visitado al dentista en sus 56 años. Afortunadamente los medicamentos homeopáticos pudieron desbloquear su miedo a las agujas.
¿Se puede tratar esta fobia?
Sí, por supuesto.
Tratamiento convencional
Se pueden prescribir psicofármacos como relajantes, ansiolíticos, sedación e incluso anestesia local, con la finalidad de tranquilizar al paciente. No siempre se consigue y además sabemos que estos tratamientos no están exentos de efectos secundarios.
Y esa es la razón por la que puedo afirmar que es de elección el uso de medicamentos homeopáticos, pues ya es conocido que,sin apenas efectos secundarios, son muy eficaces y podemos administrarlos con total seguridad en niños, embarazadas, ancianos y son compatibles con otros medicamentos.
Medicamentos homeopáticos
Ante pacientes con estas fobias hay que tener muy en cuenta la individualidad y su comportamiento para ofrecer el medicamento adecuado, que se puede administrar de manera preventiva y tratar la predisposición al miedo.
- Aconitum Napellus
- Arsenicum Album
- Thuya Occidentalis
- Argentum Nitricum
- Kalium Carbonicum
- Lycopodium Clavatum
- Alumina
- Ledum Palustre
- Staphysagria
Pero no pueden faltar los medicamentos que recomendaremos al paciente para tomar ante la aparición de los primeros síntomas y además el día anterior y el mismo día, hasta el mismo instante del pinchazo.
Tenemos fármacos que ayudarán, sin duda, a superar esos momentos y a predisponer de manera positiva ante futuras ocasiones, minimizando el impacto y quedando liberados de esos miedos.
- Gelsemium Sempervirens
- Ignatia Amara
- Passiflora
- Argentum Nitricum
Mi experiencia con esos fármacos es muy satisfactoria al comprobar cómo pacientes que han seguido el tratamiento homeopático han superado esa ansiedad y pánico. Ya pueden aproximarse a la terapéutica con agujas sin miedo.
Espero que esta información pueda servir de ayuda a muchas personas y atenderé con mucho gusto los comentarios que queráis hacer.
3 Comments
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José Ignacio, muchísimas gracias!!!
Impresionante recorrido por esa tremenda realidad que vivimos y acompañamos tan a menudo.
Cuánto dolor junto a personas rotas, con su cara entre las manos llenas de lágrimas, intentando colaborar en la reparación de esos corazones!!!
Un beso, amigo y maestro
¡Qué valiente la paciente que nunca fue al dentista! Y qué afortunada, porque los medicamentos homeopáticos son la solución ideal para estos miedos, ¡tan efectivos que hasta los médicos convencionales deberían considerarlos! Es más, creo que deberíamos usar homeopatía también para el miedo a leer artículos tan largos sobre fobias… bueno, a menos que eso también sea una fobia. ¡El poder de la palabra (y la aguja) es asombroso!act two ia
Muchísimas gracias por tu comentario y por seguir este blog. Por supuesto, que animo a todos los compañeros médicos a conocer los medicamentos homeopáticos y sus beneficios.
Un cordial saludo